El principal fósil de Australopithecus fue descubierto por Raymond Dart en 1924. Este fósil se denominó Australopithecus africanus (o mono del sur de África). Posteriormente se encontraron más fósiles de estos individuos en la misma región y los arqueólogos y paleontólogos aseguran que durante millones de años existieron dos líneas de australopitecinos: el Australopithecus africanus (o mono del sur) y el Paranthropus (o Australopithecus robustus).
En 1959, los científicos Luis y Mary Leakey descubrieron uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo en el barranco de Olduvai (Tanzania, África Oriental). Con este hallazgo se aclararon varios interrogantes con respecto al Australopithecus. El primer fósil encontrado por los Leakey fue el Zinjanthropus boisei, un individuo especial de Australopithecus.
En 1960, en un nivel inferior del desfiladero de Olduvai, Leakey encontró restos de un Australopithecus un poco más evolucionado en cuanto a su capacidad craneana y junto a ellos algunos útiles de industria de guijarros. La antigüedad de estos restos es, aproximadamente, de 1.750.000 años. Este hallazgo condujo a Leakey a afirmar que los restos humanos correspondían al Homo habilis, un primate más evolucionado que el Australopithecus africanus y el Paranthropus. El Homo habilis recibe este nombre porque fue el primer hacedor de herramientas. Nuevos descubrimientos en 1969 y 1972 confirmaron la teoría del Homo habilis.
En 1978, Mary Leakey descubrió en Tanzania las huellas petrificadas de un ser que caminaba erguido, y con rasgos muy parecidos a los humanos. Su antigüedad aproximada es de 4 millones de años.
Los Australopithecus fueron bípedos y caminaban en posición erecta. Su volumen cerebral variaba entre 450 y 650 centímetros cúbicos, aproximadamente la mitad del volumen del cerebro del hombre moderno.
Los Pithecanthropus u Homo erectus
Un problema que se presenta actualmente a los científicos es saber si el antepasado directo del Homo habilis es o no el Australopithecus. Tampoco se sabe exactamente si los Pithecanthropus erectus descienden directamente de los Australopithecus o si, por el contrario, descienden del Homo habilis. Es difícil responder este interrogante puesto que sólo se han encontrado pocos cadáveres de Homo habilis. Solo nuevos descubrimientos arqueológicos podrán proporcionar datos que ayuden a aclarar estos aspectos de la evolución.
El término Pithecanthropus sirve para designar varios fósiles cuyas características muestran un grado de evolución mayor al del Australopithecus. Los Pithecanthropus comprenden varios géneros: el hombre de Java, el hombre de Pekín y al Atlanthropus del norte de África. Al hombre de Java lo descubrió el médico Dubois en 1892. El hombre de Pekín o Sinanthropus comprende un grupo de fósiles descubiertos en China en los años 1921, 1931, 1964 y 1978. El Atlanthropus lo encontró, en 1954, el paleontólogo Francis Arambourg en Mauritania, norte de África. Posteriormente se encontraron restos humanos muy parecidos en Marruecos. El hombre de Heidelberg se ha considerado como un Pithecanthropus.
Los antropólogos consideran al Pithecanthropus como el primer representante de nuestro género, aunque se sabe que algunos Australopithecus poseían rasgos semejantes a los humanos y fabricaban hachas de mano muy primitivas. Los Pithecanthropus conocían ya el uso del fuego y su antigüedad está entre 1 millón y 150.000 años. El tamaño de los cráneos oscila entre los 850 y los 1200 centímetros cúbicos y sus dientes son también humanos aunque todavía conservan algunos rasgos propios de los simios.
Los Neandertales o Paleantrópidos
En este grupo se clasifican los fósiles de homínidos más recientes que pueden clasificarse dentro del grupo de los Homo sapiens puesto que su capacidad craneana es parecida a la del hombre actual (1400 a 1550 centímetros cúbicos). Los Neandertales reciben este nombre porque el primer fósil de este tipo fue descubierto en la región de Neandertal en Alemania, en 1857. A este hallazgo siguieron muchos más en diversos lugares de Europa y en los últimos años en Asia, en Java (el hombre de Solo) y en África (hombre de Rhodesia). Lo anterior demuestra que los Neandertales vivieron en Europa, en el Medio y Lejano Oriente y en el África desde aproximadamente 150.000 años hasta hace 35.000 años.
Los principales rasgos de los Neandertales fueron la frente huidiza, la ausencia del mentón, los arcos muy salientes sobre los ojos, el fémur más arqueado que el del hombre actual y columna vertebral muy maciza, aunque sin la curvatura característica de los hombres de hoy. Los abundantes y excelentes utensilios elaborados por los Neandertales demuestran que fue un Homo sapiens.
El Homo sapiens sapiens o Neantrópidos
Pertenece a este grupo el hombre moderno con todos sus rasgos físicos y síquicos. Los fósiles más antiguos de este tipo humano pertenecen al denominado hombre de Cro-Magnon, cuyo primer esqueleto se encontró en la localidad francesa de dicho nombre en 1868. Hallazgos posteriores han demostrado la existencia de una raza Cro-Magnon, difundida por Europa, Asia y África.
No se sabe aún si el Cro-Magnon desciende de los Neandertales, si se trata de una raza que aniquiló a la otra, o si es producto de entrecruzamientos que hicieron desaparecer lentamente a los Neandertales. Parece inadmisible, sin embargo, que el hombre de Cro-Magnon desciende del de Neandertal ya que no transcurrieron muchos años entre el uno y el otro y la evolución física alcanzada por el Cro-Magnon debió requerir muchos más milenios.
Otros vestigios de Homo sapiens sapiens diferentes a la raza Cro-Magnon son el hombre de Vadjak, el que, según parece, es el origen de la raza pobladora de Oceanía, el cráneo de Boskop, el cual pudo haber sido el origen de algunos grupos negros pobladores de África, el hombre de Grimaldi (hallado en Italia), el cual tiene algunos rasgos semejantes a los de los negros actuales, y el hombre de Chancelade (encontrado en Francia) sobre el cual se discutió si era el origen de los esquimales. Actualmente se le considera una variación de la raza Cro-Magnon.
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